Notas sobre el itinerario de una edición. A propósito de "Crónica del Viaje a las Regiones del Plata, Paraguay y Brasil" de Ulrico Schmidl

Pablo Buchbinder

 

Entre las publicaciones en las que los miembros del Instituto de Investigaciones Históricas de la Facultad de Filosofía y Letras participaron durante la década de 1940 se destaca, sin duda, la voluminosa edición de la Crónica del Viaje a las Regiones del Plata, Paraguay y Brasil de Ulrico Schmidl.[1] Como se señala en la nota de advertencia de Emilio Ravignani, entonces Director del Instituto, la iniciativa de la publicación tuvo lugar en el marco de las actividades llevadas a cabo por la Comisión Oficial constituida a raíz de las celebraciones planificadas por el cuarto centenario de la primera fundación de la ciudad de Buenos Aires.[2] Si bien en el espacio rioplatense el texto había sido editado al menos cuatro veces en español desde 1836 –la primera en la Colección de Obras y Documentos relativa a la Historia Antigua y Moderna de las Provincias del Río de la Plata de Pedro de Angelis–, la nueva versión se presentaba como el resultado de un trabajo riguroso de búsqueda de los manuscritos originales y de operaciones críticas posteriores. La edición contenía una copia en facsímil del original, una versión paleográfica y una traducción al español realizada por Edmundo Wernicke. También contenía un frondoso aparato crítico y estudios introductorios sobre la obra, publicados hasta entonces tanto en Alemania como en la Argentina.

La publicación tiene pie de imprenta del año 1948. Sin embargo, el proceso que llevó a la edición definitiva se remontaba al menos a doce años atrás y podría ser en sí mismo objeto de un estudio en particular. El análisis de su itinerario permite a la vez reconstruir un capítulo central de la historia del Instituto que es el de la búsqueda, recopilación y edición de documentos provenientes de archivos y bibliotecas europeos.

Como lo destaca el mismo Ravignani en la ya mencionada Advertencia, en abril de 1935 se constituyó una entidad formada por un conjunto de estudiosos con el propósito de llevar a cabo diferentes acciones en el marco de la conmemoración del IV Centenario de la primera fundación de Buenos Aires. En este marco se propuso como una de las tareas centrales la edición de documentos inéditos o poco conocidos relativos a la fundación de la ciudad y la reimpresión de los textos de los primeros cronistas de la región rioplatense. En una reunión celebrada un mes más tarde, se señaló la necesidad de llevar a cabo una edición definitiva del texto de Ulrico Schmidl. La responsabilidad de esta tarea fue delegada en Emilio Ravignani, Rómulo Zabala y Juan Canter. Finalmente la comisión adquiriría carácter oficial y editaría seis volúmenes. En la concreción de dicho plan editorial, el Instituto de Investigaciones Históricas tendría un papel destacado.[3]

Como también puede leerse en el texto mencionado, la elección del manuscrito original sobre el cual debería completarse la edición requería un trabajo previo de indagación sobre las distintas versiones conocidas y disponibles. Rómulo Zabala llevó a cabo una investigación con ese propósito en el Museo Mitre. Por su parte, Roberto Lehman Nitsche, un médico y antropólogo alemán que había vivido y trabajado en la Argentina entre 1897 y 1930 y colaborado como investigador y profesor en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Nacional de La Plata, había individualizado tres versiones de la obra en distintas bibliotecas de Alemania y sugerido adoptar el existente en la biblioteca de Stuttgart. A partir de sus recomendaciones, Zabala visitó las bibliotecas de Munich, Stuttgart y Hamburgo y compulsó diversos manuscritos. Finalmente se resolvió seguir la sugerencia de Lehmann Nitsche. Una vez elegido el manuscrito, Ravignani se dirigió a León Baidaff, quien realizaba tareas de copia de documentos para el Instituto en los archivos y bibliotecas francesas para obtener una versión del texto.

Baidaff era uno de los copistas que realizaban tareas para el Instituto en Europa. Este tipo de trabajo, considerado de fundamental importancia, venía llevándose a cabo desde la segunda década del siglo. No fueron, de todos modos, los investigadores del Instituto, ni su ya reconocido director, los primeros en advertir la necesidad de explorar archivos extranjeros en búsqueda de documentación para la reconstrucción de la historia rioplatense. Tempranamente, quienes se dedicaron al estudio del pasado de la región advirtieron la necesidad de este tipo de consulta. Como era previsible, los repositorios españoles, en particular el de Indias, fueron objeto de especial atención por parte de los historiadores del período colonial. El análisis de los procesos revolucionarios mostró también la necesidad de indagar en las estrategias diplomáticas de los gobiernos surgidos a partir de mayo de 1810. Esta inquietud impulsó, a la vez, la investigación en archivos franceses, británicos e incluso, más adelante, en los de los estados que integrarían desde 1871 el Imperio alemán.

No siempre la búsqueda de documentación en archivos europeos estuvo ligada a inquietudes propiamente históricas. Como señaló ya Raúl Molina, en una obra clásica sobre el tema, las disputas de límites entre los estados hispanoamericanos y el acuerdo de resolverlas sobre la base del principio del Uti-Possidetis forzó la búsqueda de documentos relativos a las disposiciones de delimitación de jurisdicciones en el ámbito del Imperio español.[4] Carlos Calvo, Félix Frías y Mariano Balcarce llevaron a cabo tareas con este propósito ya iniciada la segunda mitad del siglo XIX en archivos peninsulares. Vicente Quesada efectuó en la década de 1870 un trabajo sistemático de investigación en esos mismos archivos. Hacia principios del siglo XX, la disponibilidad y, en algunos casos, la naturaleza, organización y utilidad de la documentación existente en archivos del viejo continente era conocida entre quienes se dedicaban a escribir sobre diversos aspectos de la historia argentina.

La reconstrucción del patrimonio documental indispensable para escribir la historia rioplatense fue, además, el objetivo central que asumieron las primeras instituciones orgánicas dedicadas a la práctica de la disciplina surgidas en la Argentina entre fines del siglo XIX y principios del XX. La Junta de Historia y Numismática Americana –que se convertiría en 1938 en la Academia Nacional de la Historia– inició sus series de publicaciones justamente en 1903 con una edición de la obra de Ulrico Schmidl, traducida de una edición alemana de 1889 basada, a la vez, en el manuscrito existente en la Biblioteca de la ciudad de Munich. La Junta publicaría más tarde la obra de Pedro Lozano, Historia de las Revoluciones de la Provincia del Paraguay (1721-1735), el Lazarillo de Ciegos Caminantes desde Buenos Aires hasta Lima 1773 de Concolorcorvo y , en 1912, La Argentina. Poema Histórico de Martín del Barco Centenera.

La Sección de Investigaciones Históricas de la Facultad de Filosofía y Letras –creada en 1905 y que iniciaría sus actividades un año después– optó, en cambio, por privilegiar la reconstrucción de series de documentos originales provenientes de los archivos, no solo de Buenos Aires, sino especialmente de las provincias. A fines de la primera década del siglo se publicó el informe del sacerdote Antonio Larrouy sobre la situación de los archivos de Paraná y Santa Fe. En 1910 publicó Gobierno del Perú, del licenciado Juan Matienzo. En 1911 se inició la publicación de la serie de Documentos relativos a la organización constitucional de la República Argentina, a partir de 1912 se editaron los Documentos relativos a los antecedentes de la Independencia de la República Argentina y se inició la serie de Documentos para la Historia del Virreinato del Río de la Plata. Un año después comenzaría la publicación de los Documentos para la Historia Argentina. La orientación del trabajo de la Sección hacia la reconstrucción y edición de series de documentos originales, actividad por otra parte propia de gran parte de las instituciones surgidas en el viejo continente desde principios del siglo XIX en el marco de los procesos de profesionalización de la historia, se profundizó cuando Emilio Ravignani fue designado Director de la Sección en 1920 y cuando ésta fue transformada por una resolución del Consejo Superior de la Universidad de diciembre de 1921 en el Instituto de Investigaciones Históricas.

La búsqueda y recopilación de documentos relativos a la historia rioplatense impulsada por la Sección y luego por el Instituto se extendió formalmente a los archivos europeos en 1918 cuando José Torre Revello inició sus tareas en los repositorios españoles, especialmente en el archivo de Indias. Se sumaría con el mismo propósito el español Gaspar García Viñas poco tiempo más tarde. En 1928 se inició la tarea de copia en archivos alemanes por parte de Iso Breite Schweide. Ya por entonces también contaba el Instituto con la colaboración de Phina Schrader que llevaba a cabo la misma actividad en los archivos ingleses.

También en 1928, se incorporó a las tareas de recopilación documental en Europa León Baidaff. Baidaff era de origen rumano y llevaba ya varios años radicado en París cuando, a través de un familiar que vivía en Buenos Aires, estableció vínculos con el Instituto. Durante un período de cerca de 13 años copió y envío materiales al Instituto relativos a cuestiones vinculadas con la historia rioplatense que encontró en diversos repositorios sobre todo de la capital francesa.

El acuerdo con el Instituto, a través de Ravignani, se había establecido a fines de 1927. En una primera misiva, Ravignani le comunicó a Baidaff que debería ocuparse de llevar a cabo un índice comprensivo de los documentos que fueran de interés para la Historia de América y en particular del Río de la Plata y que la indagación debería tener como punto de partida el estallido de la Revolución Francesa.[5] Debería indicar con precisión en cada caso, lugar, fecha, autor y número de folios y si se trataba de un manuscrito impreso, original o copia. De todos modos, las primeras recomendaciones tenían un tono amplio y general y eran considerablemente inespecíficas. Baidaff debería rastrear en los archivos todo lo referente a América que no se hubiese publicado y los índices deberían ser enviados a José Torre Revello que coordinaba el trabajo de los copistas del Instituto en Europa. Las sugerencias mostraban el desconocimiento de Ravignani y sus colaboradores del estado de situación de los archivos franceses, de su organización y de la distribución de documentación en términos generales. De todos modos, el plan de trabajo de Baidaff fue estableciéndose de modo progresivo a partir de la correspondencia con el Director. Aparentemente, Baidaff insistía en poner atención a la documentación relativa al período colonial. Pero Ravignani tenía intereses distintos. Admitía que, “a partir de la creación del Virreinato en 1776, los archivos franceses adquieren un gran valor contributivo”. Sin embargo, señalaba también que, “a partir del movimiento emancipador y en especial cuando se produce la restauración de los Borbones, todo lo que hay en Affaires Étrangerès es indispensable”.[6]

En líneas generales, Ravignani se mostró considerablemente satisfecho con el trabajo de Baidaff. De todos modos, los proyectos de publicación del Instituto y las necesidades concretas de documentación de sus integrantes fueron definiendo con más claridad los planes originales. En 1931, Ravignani le solicitó la búsqueda en los archivos franceses de textos o noticias sobre la Constitución de 1819 ya que se encontraba preparando un escrito sobre el tema. Un par de años más tarde, el tema de Malvinas pasó a constituir otra prioridad en la búsqueda de documentación. Por ese entonces también le solicitó copias de la correspondencia entre Rivadavia y Bentham ya que uno de sus colaboradores se encontraba escribiendo sobre este tema. Con el paso del tiempo, Baidaff concentró sus trabajo de búsqueda de documentos en el archivo del “Ministère des Affaires Étrangères” primero y luego en la sección de manuscritos de la Biblioteca Nacional y en los Archivos Nacionales. También buscó documentos, entre otros repositorios, en los archivos de la Marina francesa.

La correspondencia entre Ravignani y Baidaff, desplegada a lo largo de más de 13 años incluye también un interesante intercambio sobre la situación política argentina y europea en un período signado por la crisis de la democracia liberal y la inminencia de la guerra. Mientras las comunicaciones de Ravignani oscilan entre cierto pesimismo por la situación política de la Argentina y algo de alivio por el hecho de que aún los graves conflictos europeos seguían teniendo un impacto local limitado, Baidaff, por su parte, le comentaría de modo reiterado su profunda inquietud por la agudización de los conflictos europeos y su honda preocupación por el modo en que tanto Mussolini como Hitler dejaban de respetar los pactos y acuerdos que habían firmado previamente. En más de una oportunidad, Baidaff expresaba su confianza en el orden democrático y liberal y su oposición a los regímenes “totalitarios”. En abril del año 1939, le señalaría con preocupación que todos los vecinos de Alemania “temblaban” ante los avances de Hitler.[7]

Aparentemente, en una carta de Diciembre de 1936, Ravignani le comunicaría a Baidaff el plan editorial relacionado con la edición del texto de Schmidl y la necesidad de su colaboración. Lamentablemente, gran parte de la correspondencia entre Ravignani y Baidaff correspondiente a este tema mereció un tratamiento especial, de acuerdo con lo que consigna el primero de ellos en varias de sus cartas y, posiblemente por esto, es limitado el intercambio que sobre esta cuestión se encuentra en los libros copiadores del Instituto. En una misiva posterior, de marzo de 1937, el director del Instituto formulaba algunas aclaraciones sobre el tema. Allí le advertía a Baidaff que no era relevante para esta iniciativa lo ya publicado o impreso, sino que se requerían las fotocopias de los manuscritos con el fin de hacer una edición en facsímil con su traducción al castellano: “La parte bibliográfica es simplemente complementaria, pero si no podemos tener la fotocopia de los manuscritos me parece que no haremos nada”.[8]

Ese mismo mes, Baidaff le contestaría a Ravignani señalando que había puesto una atención particular al asunto Schmidl siguiendo sus sugerencias. Le comentaría entonces que había encontrado a un ingeniero de la ciudad de Munich, apellidado Haider, miembro además del Partido Nazi, que estaba dispuesto a realizar el trabajo de copia del ejemplar encontrado en Stuttgart. Haider había sido recomendado, a su vez, por un profesor de la Universidad de Estrasburgo y había obtenido, luego de varias gestiones, la autorización para tomar una copia fotográfica del manuscrito.[9] En una carta posterior del mismo mes, Baidaff le indicaba a Ravignani que seguía en vinculación con Haider ya que él mismo no podía viajar a Alemania, presumimos que por su condición de judío.

La correspondencia relativa al asunto Schmidl del que, en último término se responsabilizaba Baidaff, aparece de modo esporádico en las cartas de los años 1937, 1938 y 1939. En octubre de 1938, Ravignani volvió a insistir sobre la cuestión señalando que había estado hasta entonces muy ocupado con la edición de los tomos de Asambleas Constituyentes Argentinas. Le solicitó que confirmara la predisposición de Haider para llevar a cabo el trabajo ya que debía efectuar el primer envío de dinero. Según lo señalado por Ravignani a comienzos de 1939 se habían superado ya todas las dificultades en relación con el proyecto de edición y a partir del año 1940 comenzarían a llegar los materiales más importantes.

La correspondencia entre Ravignani y Baidaff se interrumpe con el desarrollo de la guerra. En una nota en la ya mencionada Advertencia de la edición del texto de Schmidl, Ravignani consignó “La última guerra mundial me hizo perder contacto con tan leal y eficaz colaborador que, hasta ahora, ha resultado irremplazable. Sirva este recuerdo, como reconocimiento a sus méritos”.[10] En el sitio del Memorial del Holocausto de los Estados Unidos, en base a información extraída del Memorial de la Shoah de Francia se consigna que León Baidaff de origen rumano, nacido el 13 de febrero de 1886 fue deportado el 25 de septiembre de 1942 en el convoy N37 con destino al campo de concentración de Auschwitz.

 




[1] Schmidl, U. (1948). Crónica del viaje a las regiones del Plata, Paraguay y Brasil. Buenos Aires: Comisión Oficial del IV Centenario de la Primera Fundación de Buenos Aires, 1536-1936 / Talleres Peuser S. A. [N. del E.: En los manuscritos y primeras ediciones de la crónica el apellido de su autor se consigna de maneras diferentes. Las más aceptadas son Schmidel, Schmidl o Schmídel pero, entre otras variantes, se le llama también Schmiedel, Schmidt o Schmidts. La forma Schmidl es la que aparece en un autógrafo en el manuscrito de Stuttgart considerado de puño y letra de su autor, y que es el que se reproduce en la edición realizada por la Comisión…. Bartolomé Mitre se refirió a esta cuestión “Ulrich Schmidel primer historiador del Río de la Plata”, en Schmidl, U. Crónica… ob. cit., pp. CI-CXVII].

[2] Ravignani, E. (1948). Advertencia. En U. Schmidl, Crónica…, pp. IX-XII.

[3] En 1956, el Instituto de Investigaciones Históricas adquirió la denominación de Instituto de Historia Argentina Dr. Emilio Ravignani. Su denominación actual es Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”.

[4] Molina, R. (1955). Misiones Argentinas en los archivos europeos. México: Instituto Panamericano de Geografía e Historia.

[5] [Carta de Emilio Ravignani a León Baidaff, Noviembre 17 de 1927] AR/UBA/FFYL/IHAYA/SFIHAYA 2. 1.1, Libro Copiador del Instituto de Investigaciones Históricas, N° 3, Folio 26, Fondo Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani", Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” (IHAYA).

[6] [Carta de Emilio Ravignani a León Baidaff, 24 de junio de 1930], AR/UBA/FFYL/IHAYA/SFIHAYA 2. 1.1, Libro Copiador del Instituto de Investigaciones Históricas, N° 4, folios 233-234, Fondo Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, IHAYA.

[7] [Carta Manuscrita de León Baidaff a Emilio Ravignani del 17 de abril de 1939], AR/UBA/FFYL/IHAYA/SFIHAYA 2. 1.1, Carp. CDV 72, Fondo Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, IHAYA.

[8] [Carta de Emilio Ravignani a León Baidaff, febrero 3 de 1937], AR/UBA/FFYL/IHAYA/SFIHAYA 2. 1.1, Libro Copiador del Instituto de Investigaciones Históricas, N° 8, folio 348,  Fondo Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, IHAYA.

[9]  [Carta Manuscrita de León Baidaff a Emilio Ravignani, 2 de marzo de 1937], AR/UBA/FFYL/IHAYA/SFIHAYA 2. 1.1, Carp. AIR 23, folio 71, Fondo Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, IHAYA.

[10] Emilio Ravignani, “Advertencia”, ob cit, pp XII.