Archivo Histórico del Instituto Ravignani
En el marco de la conmemoración del centenario del Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” se publica digitalmente una prueba de galera corregida del Boletín tomo 30 que finalmente nunca fue editado. Este documento forma parte del archivo institucional que incluye todos los documentos que el Instituto produjo y recibió como parte del cumplimiento de sus funciones a lo largo de sus cien años de historia.
El documento original en papel, consta de 798 folios y se denomina Prueba de galera del Boletín del Instituto de Investigaciones Históricas, Tomo 30, año 24, nos. 105-108 (jul 1945 - jun 1946). Fue creado por el personal del Instituto, aproximadamente alrededor de 1945, durante la última etapa de la dirección de Emilio Ravignani, aunque presumiblemente fue intervenido e integrado en el archivo en una fecha posterior, cercana a 1955, una vez concluida la gestión de Diego Luis Molinari.
Esta prueba de galera, junto con las que se conservan del Boletín y de otras publicaciones, testimonia la intensa actividad editorial desarrollada durante la primera mitad de vida del Instituto incluyendo su etapa inicial como Sección de Historia. La misma ordenanza que, en 1905, creó esta Sección como parte de la organización de trabajos de investigación en la Facultad de Filosofía y Letras estableció en su artículo 4º que “El resultado de las investigaciones se publicará en la Revista de la Universidad, ó en libros por cuenta de la Facultad, según la extensión del trabajo”.[1] En consecuencia, la publicación de trabajos de investigación y de crítica documental fue una función prioritaria de la institución que complementaba a la investigación. Las publicaciones del Instituto abarcaron monografías y diferentes series, como Documentos para la Historia Argentina. Sin embargo, fue el Boletín la de más extensa vida, editado en tres series: la primera entre 1922 y 1945, la segunda entre 1956 y 1982 y la tercera desde 1989 hasta la actualidad. Durante la dirección de Emilio Ravignani, la gestión de las publicaciones estuvo a cargo de Juan Canter (hijo) y fundamentalmente de Victor M. Díaz, que también cumplía funciones como administrador del Instituto.
Las obras y artículos a ser publicados eran en ocasiones solicitados u ofrecidos directamente por sus autores al Director. Los seleccionados eran enviados a imprenta que devolvía al Instituto las pruebas de galera para la corrección. Esta tarea era realizada por varias personas entre las que también se contaba Emilio Ravignani y el propio autor. Una vez concluida la publicación se distribuía entre a) las autoridades nacionales y universitarias, diplomáticos, y otras personalidades de forma gratuita; b) las instituciones con las cuales el Instituto tenía establecido el canje de publicaciones; c) los suscriptores; d) en ocasiones, era donada a personas o instituciones que lo requerían de acuerdo a lo dispuesto por el Director, fundamentalmente a bibliotecas y establecimientos educativos; y e) si el autor lo solicitaba podían imprimirse un número adicional de ejemplares de su obra o separatas de su artículo para distribución propia. Esta estructura se mantuvo operativa al menos hasta la desvinculación de Emilio Ravignani de la dirección del Instituto en 1946, que también significó la primera interrupción de la publicación del Boletín.
La prueba de galera mantiene la estructura en secciones de la primera serie (artículos, originales, relaciones documentales, noticias bibliográficas, inventarios, información general) y presenta las marcas del proceso de revisión editorial con correcciones y comentarios, algunos del propio Emilio Ravignani, y las firmas en cada hoja de las/os correctores/as que aún no han podido ser identificados. Este original carece también de algunos folios y la paginación fue corregida de manera manuscrita. Incluye las láminas asociadas a los artículos correspondientes. El índice se encuentra mecanografiado y las tapas y el lomo son de cartón.
Con la llegada del peronismo al poder y en el marco del desplazamiento masivo de docentes universitarios, Ravignani abandonó la dirección del Instituto y sus cargos como profesor universitario en la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de la Plata.[2] A esta situación parece referirse la inscripción en el lomo de la prueba de galera, posiblemente elaborada posteriormente: “Este es el número del boletín que estaba en prensa corregido y listo para ser impreso cuando el Dr. Emilio Ravignani fue separado de la Dirección del Instituto. El nuevo director Dr. Diego Luis Molinari dispuso entonces la destrucción de los plomos, quedando únicamente las presentes pruebas que dan testimonio de este cruel episodio”.
En el relevamiento documental que se realizó en el fondo del Instituto no ha podido corroborarse esta acusación. Sin embargo, se halló la correspondencia entre el Director Diego Luis Molinari y el entonces decano de la Facultad de Filosofía y Letras Federico Daus en la cual el primero expresaba los posibles motivos por los cuales no se publicó el Boletín tomo 30.[3] Al elevar los importes de gastos que cubrían las necesidades del Instituto de Investigaciones Históricas para el año 1950, Molinari le comunicaba al Decano el preocupante estado financiero con el que se encontró al asumir el cargo de director: había heredado una deuda de $100.000 m/n en concepto de publicaciones que se habían realizado y de otras que estaban en curso de impresión. Asimismo, le informaba al decano que se había propuesto liquidar la deuda apelando al Congreso Nacional al que elevó un proyecto de ley ingresado por la Honorable Cámara de Senadores que había resultado aprobado también por la Cámara de Diputados en 1947.[4] Como resultado de esta gestión se sancionó una partida de $100.000 m/n para pagar la deuda y otra partida de $200.000 m/n para atender a las múltiples tareas de publicaciones, investigaciones, viajes y conferencias. Por razones que Molinari desconocía por encontrarse fuera del país representando al Poder Ejecutivo Nacional, el Ministerio de Hacienda ordenó derivar a la Universidad las partidas aprobadas, quedando el Instituto sin la disponibilidad de los fondos. Por todo lo expresado, el Director reclamaba al Decano las partidas de $100.000 y $200.000 establecidas en el proyecto de ley.
En este contexto el Boletín 30 con su revisión concluida, nunca llegó a ver la luz y abrió un período de discontinuidad de publicación de más de 10 años hasta el inicio de la segunda serie con Ricardo Caillet-Bois en 1956. Hoy se publica digitalmente este documento de archivo que, además de la riqueza de sus artículos, permite vislumbrar parte de la historia del quehacer editorial del Instituto y su inevitable vinculación con el contexto político y económico nacional y universitario.
[1] Facultad de Filosofía y Letras. Ordenanza sobre organización de trabajos de investigación, 21 de junio de 1905. Revista de la Universidad de Buenos Aires. Vol 4, 1905, año 2, p.93.
[2] Buchbinder, Pablo “Entre la historia, la política y las aulas: reflexiones sobre la trayectoria de Emilio Ravignani”. PolHis, Revista bibliográfica del programa interuniversitario de Historia Política 13, no. 25 (2020). https://polhis.com.ar/index.php/polhis/article/view/37/342. (Consultado el 23/11/2022).
[3] [Carta de Diego Luis Molinari a Federico Daus], 9 de diciembre de 1949. Fondo Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” (AR/UBA/FFYL/IHAYA/SFIHAYA, AIR 40, folio 438-439). Instituto de Historia Argentina “Dr. Emilio Ravignani” (IHAYA), Buenos Aires.