Los peronistas a ras del suelo: acción situada e identidades a prueba durante el primer peronismo

Por Mariana Garzón Rogé •  Hacia el Centenario 2021. Notas de difusión

 

El peronismo ha sido central en la vida política, económica y social de la Argentina del siglo XX. Permanente objeto de interés y debate, su estudio se vio renovado en las últimas décadas con la incorporación de nuevos enfoques que interpelan a militantes y sindicalistas como actores políticos activos en su construcción. Inserto en esta renovación, el proyecto de Mariana Garzón Rogé estudia las acciones cotidianas de los militantes peronistas de menor jerarquía, con el objetivo de reconstruir la densa y compleja vida partidaria del movimiento durante el primer peronismo. La siguiente nota explica fundamentos y avances de este proyecto.

 

Una discusión tradicional sobre la política durante el primer peronismo fue la de la heteronomía o autonomía de sus activistas, especialmente de aquellxs que contribuyeron a la organización del movimiento: los sindicatos obreros y lxs dirigentes políticxs que lo nutrieron a diferentes escalas. Polemizando con una serie de trabajos pioneros que habían explicado al fenómeno peronista en clave de heteronomía y atribuido a sus seguidores un destino de cooptación ideológica a cambio de un acceso tutelado a la Argentina moderna, los trabajos de las últimas dos décadas invirtieron esa imagen, poniendo en primer plano la organización, las resistencias y conflictos que caracterizaron a esa experiencia. Los sindicatos obreros no fueron masa de maniobra del proyecto de Perón sino un actor político y social más propositivo, que hizo sus propias jugadas en el marco de las oportunidades abiertas a partir de 1943. También las investigaciones sobre el Partido Peronista revisaron la idea de un poder piramidal en cuyo tope se encontraba un líder todopoderoso, para encontrar una gran actividad política a diversos niveles y una complejidad organizativa muy significativa para lxs propixs peronistas. De conjunto, los debates se propusieron precisar los grados en los que esos equilibrios se establecieron en cada momento de la década y en cada espacio de la Argentina, devolviendo a la experiencia del primer peronismo una complejidad histórica muy bien documentada.

 

Obreros municipales festejan la intervención de la comuna de Guaymallén. Diario La Libertad, 13/04/1950.

 

En ese marco renovado de los estudios sobre la política durante el primer peronismo, este proyecto de investigación se dio el objetivo de describir cómo hicieron política lxs activistas peronistas de menor jerarquía sin determinar el sentido de su acción a priori. Al observar sus prácticas, no buscamos saber si estaban obedeciendo a las autoridades superiores de movimiento o si estaban rebelándose contra ellas; si el lazo que los unía con el líder era afectivo-emocional o se fundaba en una razón utilitaria; si se trataba de grupos de naturaleza democrática, populista, autoritaria o plebeya. En otro carril de preocupaciones, buscamos registrar cómo lxs peronistas de menor jerarquía hicieron ordinariamente la política peronista, cómo construyeron formas prácticas de habitarla. El modo casi folclórico en el cual lxs peronistas disputaron desde el comienzo lo que hemos llamado su “peronicidad”, es decir, una legitimidad para reivindicarse como siendo más peronista que otrxs peronistas, es un buen ejemplo de esas prácticas. Este hábito nació en los primeros años y, si se mantuvo vivo, no fue por la transmisión de curiosas costumbres políticas, sino por su gran utilidad en situaciones concretas para hacer cosas. Exigir la presencia de un retrato de Perón y Eva Perón en una oficina pública, entonces, deja de ser la expresión de un vínculo carismático, afectivo o heterónomo y se convierte en un modo nativo de hacer cosas en el marco de una situación específica que es necesario comprender (por ejemplo, advertirles a los activistas de la facción contraria que no pensaban dejarse imponer una candidatura en las próximas elecciones o amenazar a algún funcionario con denunciarlo por falta de lealtad). Cuando un gremio enarbolaba un cartel en una visita oficial afirmando que “Perón cumple” podía no estar celebrando un cumplimiento sino más bien haciendo el trabajo necesario para obtenerlo.

 

La esposa del gobernador de Mendoza reparte jueguetes. Diario Los Andes, 06/01/1949.

 

El foco de atención de la investigación está puesto en lo que Nicolás Quiroga llamó la “vida partidaria” del peronismo, un terreno en el que la política desborda las estructuras formales de la organización para imbricarse con las tramas asociativas situadas, en donde los clivajes culturales comunitarios son base y resultado de la acción. En tal sentido, avanzamos en la recuperación de modos de impulsar candidaturas, de expresar disidencias, de protestar ante las autoridades superiores en contra de los adversarios del partido, de impulsar demandas obreras, de solicitar mejoras laborales, de intervenir una comuna, de desplazar a un funcionario, de construir un conflicto con la oposición, entre otros momentos ordinarios que permiten acceder a las formas comunes de la “vida partidaria”. A través del examen de esas dinámicas describimos cómo lxs peronistas ejercían creativamente una condición de peronistas que tenía efectos en la transformación del movimiento. La forja de la verticalidad y la creciente imposición de la disciplina, en tal sentido, emergen como el resultado ya no solo de un interés cenital por domesticar a la militancia sino también del uso eficaz que hicieron de ellas lxs mismxs activistas, deambulando por zonas francas de autoridad.

 

Curso de provincias y territorios de la Escuela Superior Peronista. Revista Mundo Peronista N° 44, junio de 1953.

 

La investigación se alimenta de fuentes documentales diversas: prensa nacional, provincial y sindical; diarios de sesiones de legislaturas provinciales; actas gremiales y, especialmente, documentación alojada en dos acervos del Archivo General de la Nación: el Fondo de la Secretaría Técnica de la 1° y 2° Presidencias de Juan Perón y el Fondo de la Fiscalía para la Recuperación del Patrimonio Nacional que contiene los documentos reunidos por las Comisiones Investigadoras que se formaron tras el golpe de Estado ejecutado en septiembre de 1955. Privilegiamos el seguimiento de situaciones, tras la consideración de que los procesos son el resultado vivo, cambiante e incierto de un cúmulo de acciones impulsadas intersubjetivamente por los actores históricos. Las fuentes documentales son, en ese marco, parte actuante de un presente que ya se ha esfumado y deben ser evaluadas como tal, en su carácter pragmático de reivindicación pasada.

Entre las actividades del proyecto se destacan el panel de discusión “Los peronistas en el recorrido de las escalas. Política, acción e identidades (1945-1955)”, realizado en agosto de 2019, del que participaron Christine Mathias (King’s College of London) y Nicolás Quiroga (UNdMP – CONICET). En octubre del mismo año, se organizaron dos conferencias: “Who is below? Repensando el quién de la historia “desde abajo”” a cargo de Simona Cerutti (École des Hautes Études en Sciences Sociales) y “Micro/macro: ¿local/global? La producción de localidad en la sociedad moderna y contemporánea” a cargo de Angelo Torre (Institut d’Études Avancés de Paris / Universitá del Piemonte Orientale).

Algunos de los resultados específicos del proyecto fueron publicados como artículos en revistas nacionales e internacionales (História Unisinos; Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”; Historielo. Revista de Historia Regional y Local). Se encuentra en preparación, asimismo, el libro Ser peronista. Una historia pragmática de la identidad y la autoridad durante el primer peronismo (1945-1955) (Teseo, 2021).

 

Proyecto subsidiado Agencia I+D+i PICT nº 2017-2502.

Directora: Dra. Mariana Garzón Rogé (CONICET). 

Integrantes: Grupo colaborador: Omar Acha; Hernán Comastri; Laura Ehrlich; Nicolás Quiroga ; Federico Ruberti.

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